Con un elenco local
sube al escenario de la sala Tito Junco, del complejo teatral de El Vedado
Centro Cultural Bertold Brecht. Estará en cartel hasta el 30 de marzo. La
dirección es del cubano-norteamericano Andy Señor, jr, quien formó parte del
elenco original de esta obra en 1997.
Por Reny Martínez
Tomado de www.danzahoy.com
Nadie pone en duda que esta puesta en escena cubana (con la
participación de un equipo mixto de estadounidenses y cubanos), del afamado
musical “Rent” constituye un evento relevante en la historia reciente de la
escena teatral del archipiélago cubano. Sube a un escenario habanero, por tres
meses hasta el 30 de marzo, una de las más laureadas y auténticas de las
comedias de Broadway. Pocos días después de otro hecho político trascendental:
el anuncio por el Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama (17
de diciembre), del restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba; como
consecuencia lógica y razonada de varias concesiones políticas por los jefes de
Estado de las dos orillas.
Se trata aquí del resultado logrado, por un trabajo de
varios meses por un equipo mixto con jóvenes actores y técnicos novatos en este
género, de la primera coproducción entre la importante empresa norteamericana
de espectáculos conocida por las siglas NWE (Netherlander World Wide
Entertainment) y el CNAE (Consejo Nacional de las Artes Escénicas del
Ministerio Cubano de Cultura).
El presidente de la NWE, Robert Nederlander, Jr., consideró
-en una rueda de prensa la víspera del estreno-, un gran privilegio esta
colaboración, alentada por el éxito precedente, en 2011, cuando viajó a la isla
caribeña para mostrar la revista “Los embajadores de Broadway”, en la sala
García Lorca del Gran Teatro de La Habana, consiguiendo un rotundo éxito de
público y crítica.
Los productores neoyorkinos llevaron a la capital cubana
once expertos creativos y artísticos, así como varios kilos de material
tecnológico necesarios -talón de Aquiles de las instalaciones teatrales
locales-, y de vestuario. Además contaron con la codirección de directores
artísticos asociados profesionales jóvenes, quienes quedaron al frente hasta la
última función habanera.
Teniendo en cuenta que es una versión totalmente en español,
la condición previa apuntó a un elenco de locales, con talentos para el género:
cantar, bailar y actuar con pericia. Durante tres meses unos 300 candidatos
pasaron por la selección, hasta que se eligieron 15 finalistas que ensayaron
por más de un mes, antes de su estreno previsto para la noche de Navidad, el 24
de diciembre. Un tour de force para los actores, cuando se conoce que en
Broadway se ensaya una obra por un año, antes de ser mostrada en teatros
off-Broadway.
Para las presentaciones aquí eligieron, después de visitar
varios teatros de la capital, la sala polivalente Tito Junco, la mayor del
complejo teatral de El Vedado Centro cultural Bertold Brecht. Ante las dudas
por esta decisión, el director artístico, Andy Señor, jr, experimentado joven
cubano-norteamericano, que formó parte del elenco original de “Rent” en 1997,
las despejó cuando dijo: “cierto que es una sala limitada en espacio y sin foso
para una orquesta, pero ella posibilita una versión más concentrada y, hasta
cierto punto, más íntima, en cuanto a una positiva comunicación entre actores y
público”.
La puesta en escena habanera no es idéntica a la de
Broadway, aunque se trata más bien de un “reajuste” del montaje original, sin
traicionar lo esencial del tema ni su dramaturgia. Su estética tiene un
referente evidente en la ópera rock de los 90 de la pasada centuria, conocida por
las grabaciones de populares bandas, como Queen, The Who o Pink Floyd, entre
otras.
El autor de “Rent”, el malogrado escritor Jonathan Larson
(1960-1996), por sugerencia de su amigo Billy Aronson, se remitió al núcleo
central del argumento para “La Bohéme” de Puccini. Lo tomó como pretexto para
modernizar la historia y re-ubicarla en un barrio pobre de la “gran manzana”,
“en medio de los convulsos ecos finiseculares”, la multiculturalidad, las
luchas por el reconocimiento de la diversidad sexual, el desenfreno social
(aparición del VIH) y la rebelión ante “los tradicionales valores familiares.
La presidenta del CNAE, Gisela González, apuntó que “esta
colaboración con el NWE es el comienzo de un camino promisorio”, teniendo en
cuenta las posibilidades de retornar a unas relaciones más armónicas con el
gobierno norteño.
La música
El excelente material sonoro, que incluye temas que fueron
grandes éxitos, como “Si quieres tienes”, “La vie de boheme” (con guiños al
original de Puccini), otros como “Tango Maureen” y “Te abrigaré”, o el estelar
“Tiempos de amor”, grabado independientemente por Steve Wonder con el título de
“Seasons for Love”. Con el acompañamiento musical de una pequeña banda formada
por instrumentistas de muy buen nivel profesional -con la fortuna de tener el
aporte de buenos instrumentos electrónicos por parte de la NWE-, particularmente
impresionante fue la tecladista con su espectacular rojiza cabellera rizada.
Sin duda, la dirección artística -con merecida mención para
la fundamental ejecutoria de Reynier Rodríguez, con abundante currículo teatral
y documental- trabajó con ahínco en pro
de lograr un elenco cohesionado, sin desviarse hacia un posible divismo.
Algunos actores con mayor entrega en sus papeles que otros, pero que no tienen
la dicción pulida o cantan mejor, porque sus voces están mejor colocadas,
timbradas o ajustadas en sus matices a las exigencias dramáticas de sus
personajes. En cambio, el despliegue del diseño coreográfico se ve mermado o
desestimado debido a las limitadas condiciones espaciales de esta sala, que no
permite un desarrollo coreográfico propio del género, que es un elemento
importante para el éxito pleno de los musicales.
El material escenográfico, así como el vestuario, dentro del
llamado minimalismo, se ajusta bien a las intenciones de sus productores, es
decir que se divorcian de las suntuosas producciones de moda en los teatros
neoyorkinos de la “vía blanca”.
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